Paso hace unos cuatro años. Ya tenía
vasta experiencia en lo que se refiere a Educación, me contratan para dictar un
taller en una empresa petrolera de mi país.
A pesar de estar estudiando
herramientas de constructivismo siempre me había dado temor ponerlas en práctica.
Ese día mucho temor me decidí a
hacer una clase diferente, y lo que hice fue utilizar una herramienta como lo
es el mapa mental. Era personas ya profesionales, pero al desarrollar la dinámica
fue un momento mágico, no sé de dónde sacaron colores y marcadores y evocaron
su etapa de niños al hacer mapas mentales que parecían cuadros, además estaban
cargados de contenidos.
La magia estuvo en la conexión con
lo emocional y además observaron la aplicabilidad de lo que habíamos explicado.
Desde ese momento aplico estas herramientas en todas mis clases, cursos y
talleres.